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domingo, 9 de diciembre de 2012

Conciencia

Así como en la música existen los silencios y en la escritura la puntuación, en nuestro proceso de autoconciencia también tenemos esas pausas refrescantes.

En la enseñanza de Gurdjieff y Ouspensky, esas pausas se llaman "Choques" y se encuentran en la Ley de Siete o Ley de Octavas que es la ley del orden de manifestación, materialización o realización en siete pasos. No voy a explicar esta Ley, si no simplemente reparar en el hecho de que el llamado "orden" es una estructura. Así como está la métrica en la música y la gramática en el texto, la Ley de Siete es el esqueleto de todos los procesos humanos.

Los "Choques", a pesar de que connoten algo repentino o shockeante, sólo son una bocanada de conciencia que nos permite una mirada más allá de los opuestos. La misma puede ser provocada por un evento exterior o interior y permite el progreso de la octava.

El hecho de que un evento sirva como elemento de Choque impulsa a un cambio, por lo cual el evento debe ser de características contrastantes a lo que se está desarrollando. En la enseñanza de Don Juan se llama al elemento discordante "No-hacer". Sin embargo, la experiencia abarca mucho más que lo que llanamente podemos asociar con las palabras choque o no hacer. Por eso es necesario que el concepto se convierta en experiencia. 

En mi práctica de Yoga fui descubriendo estos Choques accidentalmente. La rutina de una actividad física la adquirí de chica, siempre fui muy disciplinada con mis clases en cuanto a asistencia y a no abandonar. He pasado por épocas de tomar clases de danza, gimnasia o yoga desde 1 a 4 veces por semana por lo cual me conozco pasando por diferentes intensidades y rendimiento en mi ejercicio físico. La perseverancia adquirida se convirtió en una especie de orgullo, por lo que me resultaba muy difícil "fallarme a mí misma" faltando o abandonando una práctica. 

En algún momento empecé a sentir cierta rigidez en esa perseverancia contra viento y marea, de hecho hacía que me perdiera otras situaciones de la vida y que pudiera disfrutar de la sorpresa y la improvisación. Sin mencionar que, por el simple hecho de que mi vida fue cambiando a través de los años, muchas veces aparecía alguna ocupación más prioritaria.

De a poco fui cambiando el patrón de conducta y fui experimentando un mayor fluir entre mis actividades pautadas y las que iban surgiendo. Así danzando con el nuevo ritmo, iba viendo con más claridad los diferentes momentos de la Octava.

La necesidad de un Choque se empezó a hacer evidente cuando me sentía estancada. El estancamiento a veces se manifiesta no sólo como falta de progreso o desarrollo, si no también como apatía, falta de entusiasmo, pérdida de la motivación. Es decir, cuando el impulso original que inició la octava se agota.

Cuando nos observamos con estos síntomas, dejar de actuar mecánicamente es el comienzo para salir del estancamiento. 
Así es que una acción consciente como un No-hacer, puede actuar de Choque y ser el estímulo necesario para generar un cambio. Tal es el caso de cambiar de profesor, de estilo, de horario del día e incluso faltar si nos sentimos demasiado agotados físicamente.
Como cierre puedo decir que lo que he percibido luego de un Choque es, lisa y llanamente, mayor conciencia. Al volver de mis vacaciones -en la clase de Yoga con Biomecánica- hacer la Postura de la Silla adquirió otra dimensión. Como parte del Saludo al Sol y como práctica específica la hice cientos de veces. Pero jamás había sentido activarse con tanta claridad un grupo de músculos simultáneamente, es decir,  un bandha. En este caso: Mula Bandha.

Es claro que no medió ninguna intención de mi parte en el silencio de dos semanas casi sin hacer yoga, solamente el descanso corporal y mental de la rutina. Sin embargo, producto de la pausa, recibí un regalo. Comprobar en la práctica la definición de "bandha" que escuché de Mark Whitwell: un bandha es la cooperación inteligente de un grupo de músculos.

Cuando recibimos un Choque nos sentimos más presentes y nuestra conciencia se expande.


Silvina Giannotta- Copyright 2012-2015