No creo jamás haber carecido del sentido de trascendencia, aunque sí me faltó una educación religiosa tradicional. En casa el tabú de la religión era mayor que el del sexo y ya sabemos que lo prohibido resulta más atractivo.
Así fue que, a pesar de mi preparación en distintos campos de la vida, el sentido de transcendencia cobró mayor peso transformándose en una real vocación. Mi natural instinto de curiosidad se encuentra satisfecho, porque el proceso es infinito.
El objeto de este blog es compartir las experiencias de esta apasionante aventura.
Las entradas pueden ser leídas como artículos individuales, si bien pueden tener relación con otras anteriores o posteriores.
Las entradas no están publicadas en forma secuencial como la exposición de un método de enseñanza. Al contrario, guardan cierta aleatoriedad natural a la vida.
El fin de las entradas no es ser utilizadas como herramientas de aplicación, para eso están los métodos ya creados a los que me refiero. Por lo tanto no tienen la profundidad y amplitud que requeriría la exposición de cada tema.
Me anima escribir, el compartir mis experiencias en la autoindagación y dar a otros aquello que aún sigo recibiendo de los generosos compañeros que voy encontrando en mi camino.
Sean todos bienvenidos.
