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domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Por dónde empiezo?

El primer sistema de estudio que hallé a mi medida fueron las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky, como son transmitidas por el Dr. Nicoll en sus 5 volúmenes llamados "Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky".

Es importante decir que las ideas básicas sobre este sistema me fueron transmitidas por quien fuera mi primer maestro, porque de haberlas abordado directamente del texto me hubieran sido mucho más arduas de aplicar en mi vida cotidiana. Luego de 10 años de estudio y aplicación de estas ideas reconozco que, como otros métodos, es mejor aprenderlos con alguien que los haya utilizado y pueda fácilmente abrirnos una puerta de entrada a ellos.

Por mi necesidad de desarrollar el pensamiento intelectual y abstracto, encontré que el sistema de G y O se adaptaba muy bien a mi búsqueda. Por supuesto no fue lineal mi estudio, siempre hallamos otras ideas que enriquecen nuestro abordaje a lo filosófico y lo práctico que se nos va presentando en la vida. En mi caso, la Cábala -como la encara Dion Fortune en su libro "La cábala mística"- hizo de perfecto complemento.

Se trata de dos sistemas totalmente diferentes, pero ambos tienen como punto en común que utilizan gráficos en donde se sintetiza la información. Si hablamos del Árbol de la Vida, que se utiliza en la Cábala, está más dotado de símbolos e imágenes de diferentes culturas. Por el contrario los diagramas que utiliza Nicoll para explicar las enseñanzas de G y O, son únicos en su tipo y no se entroncan con otras Tradiciones. El gráfico que se ha vuelto más conocido, porque continuó siendo desarrollado por otros buscadores, es el Eneagrama. Sin embargo, en Nicoll, no contiene la clasificación de tipos de personalidad que hoy día lo ha hecho famoso.

Pero volviendo al tema inicial, cuando se trata de elegir un sistema de estudio uno tiene que sentirse a gusto con él y apasionarse. La razón principal es que los mejores frutos se van cosechando a lo largo del tiempo. Y eso significa, mayores conexiones entre los elementos que componen el sistema y su aplicación práctica en nuestra vida. Todo aquello que es abstracto en el sistema, toma cuerpo en nuestra experiencia cotidiana. Entonces, un sistema de estudio tiene que volverse tridimensional y tiene que estar vivo.

No importa cuál método elijamos: Yoga, Tarot, Astrología, Budismo Zen, Sufismo, Cristianismo, Hermetismo, etc. Después de todo, el sistema es la herramienta de la cual nos valemos para ver más claramente lo que nos hace conflicto y ayudarnos a resolverlo.

Es fundamental probar métodos hasta que nos hallemos en uno. A partir de ahí se puede labrar un camino, que llegado un punto, se volverá más abstracto y nos permitirá valernos de los elementos que precisemos de los diferentes sistemas indistintamente.

Al fin y al cabo, todo está al servicio de que expresemos de forma más plena nuestra identidad. Yo soy.


Silvina Giannotta- Copyright 2011-2015

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