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domingo, 15 de enero de 2012

Acerca de Aparigraha (Generosidad)

En estos días en que Saturno me hizo reparar por supervivencia en alguno de sus dones, reflexionar sobre la generosidad fue una consecuencia inmediata. Digo esto porque -al ser Saturno regente en el ámbito de los límites- el dar encuentra en su auspicio un buen aliado, tanto si este planeta actúa de forma benéfica como aleccionadora.

Postura de la medialuna (foto: MMD Fotografia)
Según Godfrey Devereux "Aparigraha" significa: "dejar ser sin poseer" que sería la versión positiva de no ser codicioso, como reza la tradicional. 

No somos codiciosos cuando en lugar de aferrarnos a las situaciones y las cosas las dejamos a su propio fluir sin juicios de valor. Y acá surja tal vez un problemilla de interpretación ¿de qué hablamos cuando hablamos de "dejar fluir"? Como otro de los tantos prejuicios acerca del Yoga o de las disciplinas espirituales en general, la fluidez se asocia con que todo te importa un comino. Bueno, fluir no es exactamente eso... 

En el camino de la autoconciencia estamos en ese punto intermedio entre estar atentos, pero sin ejercer control obsesivo. Muy distinto a dejar que todo siga un cauce ininterrumpido sin rumbo definido que es a lo que apunta el prejuicio. Es la diferencia entre que la vida te lleve o acompañar la vida. O sea ¡un mundo de distancia!

Cuando acompañamos la vida (Brahmacharya), se hace evidente qué es lo que hace falta en una situación. Hay un dar consciente. Y es consciente porque en él participan los otros principios de Yama. 

Uno indaga sensiblemente qué hace falta: con el cuerpo lo siente, explora sus emociones, baraja posibilidades con el pensamiento y se pone en acción. La acción es responsable en cuanto que aceptaremos, y en eso radica el fluir, lo que resulte de ello. Simplemente, porque en nuestro día a día hacemos lo mejor que podemos hacer con la comprensión dada. La vida es un ciclo infinito de acciones que generan nuevas acciones.

Cuando dejamos fluir no nos apegamos a nuestras acciones ni a los resultados, las consideramos parte del proceso en el que estamos inmersos. Ser responsable, cualidad de Saturno, no significa ser serio al punto de ser amargo. Es sólo -que no es poco- aceptar lo que es, sin juicio de valor y actuar en consecuencia.

La Generosidad se demuestra en la acción dentro del límite de la necesidad. Para un padre es muy claro ésto cuando a un niño de 2 años le compra una zapatilla y a uno de 5 una bici. En el mat se traduce en chequear nuestras posibilidades físicas ¿para qué estoy preparada? ¿tengo la musculatura fuerte y el esqueleto estable para hacer la Postura de la Luna sin apoyos? ¿o aún me falta estabilidad y comodidad y estoy afectando mi concentración? O por el contrario, estoy super cómoda y estable usando un apoyo y no me atrevo a soltarlo.

Es economía de recursos hacer lo que hace falta, porque ello naturalmente nos llevará al siguiente escalón de posibilidades. La paciencia, la perseverancia, el orden son también dones de Saturno y los precisamos a la hora de explorar nuestras capacidades actuales.

Así el concepto social de generosidad se reformula siendo no siempre mucho, lo adecuado o esperable. De esta manera Aparigraha nos invita a trabajar con nuestros límites,  dándonos la posibilidad de expandirlos de un modo que en apariencia no es evidente. 

La inevitable paradoja de los opuestos que se resuelven en un tercero que los abarca, a través del Yoga.


Silvina Giannotta - Copyright 2011-2015

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